jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Cómo ser filósofo hoy en día?

  

"Vivimos en una época de generalizado relativismo ético, que entre las nuevas generaciones ha creado una actitud de «todo vale», y también en una época caracterizada por un profundo escepticismo público respecto al papel crítico de la filosofía (algo no ajeno a esa actitud). Ahora, gran parte de la población cree que el compromiso socrático con la búsqueda de la verdad es una pérdida de tiempo y una forma de vivir idealista en un mundo globalizado. A los filósofos se los presenta como insignificantes inventores de conceptos cuyo único objetivo en la vida es luchar por asegurarse un puesto fijo en una universidad norteamericana o europea. Por lo tanto, es probable que la afirmación de que la filosofía es una actividad liberadora se acoja con cinismo y desdén.

Es interesante señalar que hace dos mil quinientos años, Aristófanes, en su obra Las nubes, retrataba a Sócrates como a un sofista amoral que enseñaba a la juventud ateniense a engañar mediante arteras argumentaciones. Sin embargo, en su sombría comedia Aristófanes no disuadía a los filósofos de abordar y cuestionar algunas de las creencias fundamentales en las que se basa la existencia del hombre en el mundo. Entre las principales preocupaciones de la filosofía ha figurado el desafío planteado por el concepto de libertad y su plasmación social y política. ¿Por qué a los filósofos les ha preocupado el problema de la libertad? ¿Por qué la libertad es la cuestión más importante que debe tratar un filósofo? La mejor manera de responder con claridad a esas preguntas es examinar las consecuencias que comporta dejar de lado el tema de la libertad.

No hace falta decir que la libertad es la fuerza creadora que subyace tras el pensamiento filosófico, del mismo modo que la filosofía contribuye a la comprensión y la evolución del concepto de libertad. En consecuencia, los filósofos han intentado comprender la libertad de la forma más exhaustiva y crítica que han podido, no solo haciendo una aportación a su definición, sino a su propia materialización. "De ninguna idea se sabe de manera tan general que es indeterminada, ambigua y susceptible de los más grandes malentendidos (de los que, por tanto, es realmente víctima) como de la idea de libertad, y ninguna otra circula con tanta inconsciencia". Esta afirmación de Hegel es tan certera hoy en día como cuando él la hizo, hace casi 200 años.

El concepto de libertad no solo se ha entendido deficientemente sino que también se ha utilizado de manera enormemente abusiva. Esta doble problemática de la libertad pone sobre el tapete de cualquier debate filosófico tanto la idea de que la propia filosofía constituye una lucha por la libertad como la de que una parte importante del hecho de ser libre radica en pensar de manera filosófica. Como se puede ver, el problema de la libertad se plantea siempre que se aborda la propia naturaleza del cuestionamiento filosófico. Si el objetivo de la naturaleza de dicho cuestionamiento es reflexionar sobre el concepto de libertad, para que los seres humanos puedan avenirse a ella, de alguna manera habrá que explicar que estos hayan llegado a abandonar ese cuestionamiento y cómo sería posible recuperarlo. Dicho de otro modo, la filosofía no es solo una forma de cuestionar el concepto de libertad y sus aplicaciones sociales y políticas, también es una forma de pensar y de interrogarse sobre la falta de libertad. El hecho de que el problema de la libertad y el del cuestionamiento filosófico se enmarquen mutuamente apunta a la posibilidad de que ambos sean elementos complementarios de un problema más profundo: ¿de qué manera la acción humana o la experiencia humana de la política se ven determinadas por ese entrecruzamiento entre filosofía y libertad?
Quizá, en lugar de coincidir con Kant y con Sartre en que nuestra humanidad reside en nuestra libertad, debamos reconocer que la creación política comporta una tensión permanente entre la institucionalización de la libertad y el cuestionamiento filosófico. De este modo, seremos libres para pensar en tanto en cuanto podamos optar por un examen más amplio del propio proceso intelectual. En consecuencia, en el proyecto que nos lleva a cuestionar y desafiar la realidad imaginable y materializable, podemos decir que la libertad es un gemelo no idéntico de la filosofía.
Postular que la filosofía es un conocimiento terminado y exhaustivo sería como definir y practicar la libertad desde ese mismo postulado. El encubrimiento del cuestionamiento filosófico por parte de la teología va unido a la pérdida de la naturaleza creadora y revolucionaria de la libertad. No cabe duda de que un individuo que ya haya accedido al cuestionamiento filosófico no podrá evitar la práctica abierta y libre que supone postular otros tipos de pensamiento y otras formas de lo imaginable. Es fascinante señalar que el cuestionamiento filosófico es una forma de pensar que puede producir fisuras en los muros que rodean el pensamiento establecido. En consecuencia, la filosofía, en tanto que interrogación crítica, se desarrolla en el espacio que separa el pensamiento libre que aspira a establecerse y el pensamiento ya propiamente establecido. Aquí es donde podríamos comenzar a comprender por qué la filosofía es la tarea constante de insuflar libertad en la vida política, en forma de correctivo empírico para la vida teológica.

La filosofía tiene la labor cívica de resistirse a la idea de que existe una teoría total de la realidad. En consecuencia, exigir que la organización política de una sociedad se base en una teoría total y completa equivale a proclamar que la política es algo inimaginable y a poner fin a la libertad de pensar de otra manera, de pensar en algo nuevo. Dicho de otro modo, no puede haber una sociedad democrática sin un cuestionamiento democrático o, dicho con más claridad, sin un cuestionamiento cívico de la naturaleza de la democracia. No tiene mucho sentido hablar o escribir sobre filosofía si no hay que reflexionar sobre la naturaleza de la propia filosofía. Esta es la razón de que se deba mantener la función del filósofo cívico, en tanto persona cuyo intelecto observa las inhumanidades e injusticias del mundo (casi siempre en nombre de la filosofía), a pesar de que el concepto haya perdido hoy en día su vigor político. Aunque el carácter de los tiempos así lo sugiera, el académico en busca de plaza fija no puede sustituir al filósofo, que sigue teniendo mucho que aportar a la democratización de la sociedad. Sin duda los filósofos serán socialmente útiles mientras los seres humanos continúen creyendo que la palabra filosofía no es baladí. En cierto modo, la tarea cívica de la filosofía actual radica en la pugna entre pensamiento crítico y fanatismo. Sea cual sea el precio que los filósofos hayan de pagar por tener las manos vacías en su batalla contra tiranías irreflexivas y dominaciones hegemónicas, podemos esperar la victoria de un pensamiento democrático incluyente."

Artículo escrito por Ramin Jahanbegloo, filósofo iraní y catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Toronto, famoso por su compromiso con la no violencia, lleva años dedicado a promover el diálogo constructivo y el acercamiento entre diferentes culturas.

Imagenes: Daniel Paz y Rayma (viñetas)

8 comentarios:

  1. De este artículo de Ramin Jahanbegloo me que sobre todo con dos frases que dan mucho que pensar, al menos a mí: "la libertad es un gemelo no idéntico de la filosofía" y "La filosofía tiene la labor cívica de resistirse a la idea de que existe una teoría total de la realidad". Me parece un gran acierto la primera frase porque los filósofos se hacen preguntas constantemente y el tema de la libertad es un tema que en un momento u otro acaban tocando, y me ha sorprendido muchísimo que diga que es un gemelo no idéntico, ya que en teoría los gemelos son iguales, pero sobre todo que diga que la libertad y la filosofía son "hermanos", ya que yo creo que si no hubiese libertad, filosofar sería complicado. También me ha llamado la atención porque en lo que llevamos de clases hemos oído que la filosofía y la ciencia nacen juntas, por lo tanto la libertad sería la que relaciona la ciencia con la filosofía.
    Ramin Jahanbegloo define libertad desde varios puntos de vista, mantiene una actitud vital ya que se pregunta una y otra vez que puede ser la libertad y cuando relaciona la libertad con algo, o llega a alguna conclusión, no se queda satisfecho, sino que bajo mi punto de vista se muestra inconformista ante todas sus reflexiones.
    Al ser inconformista se obliga a pensar, y como dice Kaspers: "pensar es empezar a ser hombre", entonces Ramin Jahanbegloo es hombre porque piensa; si los conformistas no piensan porque se conforman con lo que ya saben... ¿No pensar significa que no eres hombre?

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  2. Ramin Jahanbegloo trata de expresar, mediante este artículo, cual es el papel de la filosofía en el mundo actual en el que muchos piensan que es totalmente inútil, y que se trata simplemente de mantener una actitud idealista en el mundo globalizado en el que vivimos.
    Uno de los temas principales del artículo es la estrecha relación que mantienen la libertad y la filosofía, ya que "la propia filosofía constituye una lucha por la libertad". Entender bien el concepto de libertad es muy importante, ya que esta puede llegar a ser un arma de doble filo si se extiende, por ejemplo, a la política.
    El papel, por tanto, de la filosofía con respecto a la libertad es tanto cuestionar el propio concepto de libertad y sus diversas aplicaciones sociales como interrogarse acerca de la falta de libertad. ¿Realmente somos libres? Para Ramin Jahanbegloo "la libertad y la filosofía son gemelos no idénticos", lo que significa que ser libres equivale a hacernos preguntas, a cuestionar la realidad, ser libres equivale, en definitiva, a pensar por nosotros mismos y a tener una actitud vital, a estar despiertos.

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  3. Si la filosofía es "un ir de camino", siguiendo con Karl Jaspers, al parecer, ya estamos en marcha. Buena resolución del comentario con una pregunta.
    Gracias por el comentario, Daniel

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  4. Ramin Jahanbegloo utiliza el concepto de libertad como excusa para hablar del papel que juega la filosofía hoy en día en la sociedad, puesto que esta cuestión es realmente lo que le interesa.

    La respuesta para el filósofo es clara: "Es fascinante señalar que el cuestionamiento filosófico es una forma de pensar que puede producir fisuras en los muros que rodean el pensamiento establecido." "Sin duda los filósofos serán socialmente útiles mientras los seres humanos continúen creyendo que la palabra filosofía no es baladí."

    Esto me recuerda un artículo que leí hace no mucho y que responde de forma contundente, y totalmente contraria, esta cuestión. Esto son solo los fragmentos que más me llamaron la atención:
    "Es lamentable comprobar como el ser humano sigue refugiándose en la superstición, la credulidad y la especulación de la religión... y la filosofía, esa metafísica con pretensiones que algunos aún se empeñan en mantener en un compartimento estanco alejado de los mitos y fábulas de fe. Son esos mismos pervertidos intelectuales que se escandalizan cuando los beatos del PP les meten cucharadas de religión a los niños en la escuela pero gozan patéticamente con la idea de inyectarles a los críos filosofía en vena. ¡Pero si ambas son la misma sandez!"; "Les reto a que mencionen una sola brizna de conocimiento que hayan aportado la religión o la filosofía al ser humano a lo largo de la historia."

    ¿Qué opinas Enrique?

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  5. Opino, querida Mónica que, aparte de conocer el artículo y recordarte que está redactado por un físico teórico llamado Lawrence Krauss, que la verdadera función social de la filosofía reside en la crítica de lo establecido y que, la ventaja que puedes sacar de ella es hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a las leyes. Además, y tengo que parafrasear a Deleuze, cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía, sirve para detestar la estupidez y, solo tiene un uso: denunciar la bajeza del pensamiento bajo todas sus formas.
    Sería estúpido, e incluso pueril, recordar que ciencia y filosofía nacen de la mano, y que los primeros filósofos son físicos, porque estudian la physis, sus cambios, y lo hacen desde un punto de vista crítico y racional. Más aún: si no recuerdo mal, este hecho es conocido como el paso del mito al logos, o lo que es lo mismo, es el momento en el que se jubila a los dioses y comienza el gran milagro laico.
    Además, la filosofía es la única ciencia libre que existe que, de la misma manera que la ciencia, intenta entender el mundo material. Pero (y esa es la gran victoria de la filosofía, y lo que creo que no nos perdonan), en el mundo existen aspectos que no son únicamente materiales y que, ¡por suerte!, no se pueden expresar matemáticamente; aspectos tan reales como la libertad, los derechos humanos, el amor, el sentido de la vida, la felicidad... Esto explica que la reflexión filosófica se ha ocupado y se sigue ocupando, hoy más que nunca, de los problemas que surgen en el límite de la investigación científica. De hecho, no hay filosofía sin ciencia. Y me gustaría, que algún físico teórico me explicara si son científicos o filósofos, Tales, Pitágoras, Aristóteles, Descartes, Leibniz, Newton,o Pascal.
    Que, qué lugar tendrá el filósofo en la ciudad? Será el de escultor de hombres.
    Muchas gracias por el comentario.

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  6. Este texto plantea básicamente una cuestión, ¿es necesaria la filosofía hoy en día? El autor nos habla de cómo hoy en día la gente tiene una actitud en la que todo vale y que la filosofía es una pérdida de tiempo. Esto es debido al mundo en el que vivimos y a la sociedad en que vivimos porque hoy en día nos centramos en lo material, en aquello que nos produzca placer al decir esto es mío, de mi propiedad, pero sin embargo al hacer esto nos olvidamos en otra necesidad que a mi parecer es básica para el ser humano, que es la necesidad de entender y de saber.
    Esto solo se puede conseguir a través de la filosofía, ¿Cómo se llego a la democracia en la antigua Grecia? ¿Acaso no fue gracias a la filosofía y a la libertad de pensamiento de la gente? Esto también hace relacionar dos términos que la existencia de uno conlleva la existencia de otro. Porque si no se puede practicar la filosofía ¿se es libre?
    Otra cosa de la que nos habla el texto es de la subjetividad de la filosofía de cómo puede haber varias respuestas a una misma cuestión porque en eso se diferencia de las ciencias la filosofía, que hay varias respuesta y ninguna y todas a la vez pueden ser correctas .

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  7. Buen comentario, Jaime. Lo mejor, aparte de la introducción, las preguntas que planteas y que son absolutamente pertinentes.
    Gracias por el comentario.

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